Artur Conan Doyle: Escritor escosés, que hacia fines del siglo XIX, le dio vida a uno de los más célebres personajes de la novela policial, el famosísimo Sherlock Holmes.
El personaje del detective, que se destaca por su inteligencia, su aguda capacidad de observación y la aplicación del razonamiento deductivo para resolver casos difíciles, aparece por primera vez en 1887 a través de “Estudio en Escarlata”, que es la primera novela policial de Doyle.
A partir de ahí, Holmes será el protagonista de una serie de 4 novelas y 56 relatos de ficción, todos reunidos en lo que se llama el Canon holmesiano, publicados en su mayoría en la revista The Strand Magazine. Para muchos, fue gracias a esta revista que el personaje del detective alcanzó una enorme popularidad, porque publicaba las aventuras de Holmes a precios muy accesibles. Otro factor que pudo contribuir a su popularidad pudo ser la existencia de una práctica muy habitual en la época, que era la lectura en voz alta para un grupo de oyentes, como una suerte de "radio" victoriana.
Cuando el personaje del detective alcanzó tal nivel de popularidad, su autor, Conan Doyle, que era médico, abandonó la práctica de la medicina para dedicarse de lleno a escribir. Y según surge de varias biografías parece ser que para la construcción del personaje de Holmes se inspiró en un profesor que conoció en la universidad, el Dr. Joseph Bell, quien tenía una ingeniosa habilidad para el razonamiento deductivo.
Y si bien este autor también tuvo éxito cuando incursionó en otros géneros, como la novela histórica, el verdadero reconocimiento popular lo alcanzó de la mano de su excéntrico detective Sherlock Holmes.
Antes de avanzar es preciso localizar el contexto en el cual Doyle escribe: hacia fines del siglo XIX, durante la época victoriana; es decir, en una época en que tiene pleno vigor una ideología fuertemente positivista, en la cual ocupa un lugar central la idea del progreso científico. En este contexto, la obra de Doyle está impregnada de este espíritu positivista, que atraviesa sus relatos bajo la forma de permanente búsqueda de descubrimientos y aventuras, que se sostiene en el ejercicio de cierto sentido práctico, y fundamentalmnte, la aplicación del razonamiento deductivo.
Otra cuestión importante es el hecho de que Doyle fuera médico no es un dato menor. ¿Por qué? Porque el método que Holmes aplica es similar al que por entonces utiliza la semiótica médica o sintomatología, que es una disciplina que permite establecer un diagnóstico -aunque la enfermedad no sea observable directamente- sobre la base de síntomas superficiales o signos sin ninguna relevancia para un ojo no avezado.
La muerte de Holmes
Tan importante había sido la popularidad alcanzada por este detective -al punto tal de llegar a eclipsar la existencia misma de su creador-, que en 1893 Conan Doyle decide poner fin a la vida del célebre personaje. Así, en el último relato del libro “Las memorias de Sherlock Holmes”, y bajo el título de “El problema final”, Holmes, tras luchar con su archienemigo -el malvado profesor Moriarty- cae al fondo de las cataratas de Reichenbach.
Pero frente a la presión de miles de lectores, que protestaron llevando crespones negros en sus sombreros en señal de luto, la muerte de Holmes debió ser revertida. El público reclamaba volver a ver al detective en acción. Esta situación obligó a Doyle a resucitar a su héroe. Así es que Sherlock Holmes reaparece en el caso “La casa vacía”, historia que integra el libro “El Regreso de Sherlock Holmes” publicado en 1903.
Conan Doyle: El título de Sir y muerte
En 1899 Doyle se ofrece como voluntario para pasar varios meses como médico militar durante la guerra de los bóeres en Sudáfrica. Y como resultado de esta experiencia, en 1900 publica “La guerra de los Bóeres”, y dos años más tarde, “La guerra de Sudáfrica”. Tras la publicación de estas dos obras se le concedió, en 1902, el título de Sir. Por otra parte, su autobiografía se publicó en 1924 bajo el título de “Memorias y aventuras”. Finalmente, el 7 de julio de 1930, Sir Artur Conan Doyle muere, a los 71 años.
Algunas observaciones
El personaje de Sherlock Holmes, además de marcar una hito en la historia del género policial, logró lo que pocos personajes de ficción han logrado: desbordar al autor, sobrepasarlo al punto tal de adquirir vida propia.
Características más sobresalientes y distintivas de Sherlock Holmes
Características más sobresalientes y distintivas de Sherlock Holmes
Sherlock Holmes es alto, delgado, frío, irónico, ingenioso e intelectualmente inquieto. En ocasiones resulta un tanto brusco, pero es cortés con las mujeres aunque desconfía de ellas. Hay una excepción: Irene Adler, a quien Sherlock considera una verdadera rival intelectual.
Holmes es muy desordenado en su rutina cotidiana, es muy habilidoso disfrazándose, fuma en pipa, le gustan las galletas, toca con maestría el violín (un Stradivarius), pero lo toca en horas poco adecuadas; también es un experto apicultor, un excelente boxeador, tiene un gran conocimiento científico -en especial en química-, y cuando se aburre por ausencia de los retos intelectuales que suponen sus casos, consume cocaína en una solución al 7%; pero deja de consumirla gracias a la insistencia de su compañero, amigo y cronista, el Dr. Watson, con quien vive hasta finales del siglo XIX en el número 221B de Baker Street, en Londres.
Sin lugar a dudas, es la personalidad de Holmes lo más atractivo de la historia; una suma de cualidades y defectos que ayudaron a perfilar un personaje muy original y verosímil.
Sherlock Holmes como icono popular
El personaje de Sherlock Holmes ha sido llevado muchas veces al cine y al teatro; también aparece en novelas, relatos, historietas, dibujos animados y series de televisión, con los más diversos grados de fidelidad al espíritu del personaje, que ya es todo un icono de la cultura popular.
Entre los actores más aplaudidos se encuentran Basil Rathbone, quien se constituyó en todo un icono referencial en el ámbito del cine: Rathbone, protagonizó a Sherlock Holmes en catorce películas rodadas entre 1939 y 1946, todas junto a Nigel Bruce interpretando al Doctor Watson.
Rathbone capturó la esencia del personaje de Arthur Conan Doyle tan convincentemente, que fue el definitivo Sherlock Holmes de su época, y para algunos, todavía lo sigue siendo. Verdaderamente, Rathbone tenía un llamativo parecido con la concepción del personaje que Sidney Paget plasmó en sus ilustraciones para las historias de Holmes publicadas en el Strand Magazine.
Como contracara de la exitosa personificación de Holmes, el actor Basil Rathbone quedó encasillado en ese personaje, del que no pudo librarse jamás.
El renacimiento de Holmes de la mano del Dr. House
En esta exitosísima serie estadounidense, el personaje de Holmes, de algún modo, parece haber renacido a través del personaje del Dr. House, que es un irreverente especialista en diagnóstico médico.
House no sólo comparte con Holmes el parecido en el nombre, sino también una personalidad genial y ciertos métodos muy similares a la hora de resolver sus casos. Como un guiño a los espectadores, los guionistas alojan al Dr. House en el 221B. Su mejor amigo, Wilson, también comparte similitud en el nombre con Watson. Y finalmente, House también comparte con Holmes dos cosas: la dependencia a las drogas (House: Vicodine/Holmes: cocaina al 7%), y el hecho de que ambos tocan un instrumento (House: el piano y Holmes: el violín).
Algunas curiosidades
• La célebre frase: "Elemental, mi querido Watson", sólo aparece en una de las historias cortas: "El Jorobado" (en "Las Memorias de Sherlock Holmes"), e incluso en algunas traducciones el "mi querido" luego del “Elemental”, tampoco aparece.
• El sombrero de cazador de gamos, característico del detective nunca se menciona en la obra de Doyle: es un añadido del ilustrador Sidney Paget, quien además utilizó a su hermano Walter como modelo para representar el aspecto de Holmes.
• La pipa meerschaum, propia de la iconografía de Sherlock Holmes, no apareció hasta que fue utilizada en una dramatización de teatro hacia 1920.
Y para finalizar, la última curiosidad:
• Cuando Doyle falleció, su residencia en Londres fue convertida en el 221B de Baker Street. El edificio pertenece a una empresa que muy amablemente contesta y conserva todas las cartas que diariamente recibe para Mr. Holmes, e incluso ha llegado a publicarlas.
En enero del 2010 se estrenó la última película sobre las aventuras de Sherlock Holmes dirigida por Guy Ritchie. El papel protagónico de Holmes es interpretado por Robert Downey Jr.; Jude Law interpreta al Dr. Watson y Rachel McAdams a Irenen Adler.
En esta reciente versión, Holmes y Watson no se enfrentan con su archirrival, el profesor Moriarty, sino que luchan con el villano Lord Blackwood; esto parece indicarnos que en breve volveremos a ver a Sherlock Holmes en la pantalla grande.
justo hace poco leí estudio en escarlata... no tenia idea que era mentira lo de elemental, el sombrero y la pipa...
ResponderEliminarGracias por tu comentario!
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